Un menor es víctima de acoso escolar. La DGAIA declara el desamparo, culpabilizando a la familia, y se llevan al menor a un Centro. Ha de ser un juez el que diga que el menor ha de volver inmediatamente a su casa, donde está protegido.
Si el juez hubiera intervenido en el primer momento, cuánto dolor y situaciones muy traumáticas se habrían evitado.
La Asociación No al Acoso Escolar (NACE) ha sido clave en este caso. NACE y APRODEME tienen establecido un acuerdo conjunto de actuación para este tipo de situaciones.