Un alumno de un instituto de Esplugues de Llobregat (Barcelona) es víctima de acoso escolar. Le genera serios trastornos emocionales y no puede asistir regularmente a clase. El Centro escolar culpabiliza a la familia y alerta a los Servicios Sociales.
La respuesta que dan a la familia: retirada inmediata del menor de su núcleo familiar.
Presumiblemente quieren evitar un problema y acaban generando otro mucho mayor.
Ver aquí la Nota de Prensa que ha enviado la Asociación No al Acoso Escolar (NACE)