El Congreso de los diputados ha aprobado la Ley de protección a la infancia frente a la violencia, la llamada ley Rhodes. Es una buena noticia y un importante paso adelante, pero sólo el primero. Nuestro sistema de protección de la infancia y la adolescencia está muy cuestionado y necesita una reforma urgente. Esta ley aborda básicamente una de las violencias, la relacionada con los abusos sexuales. Pero no aborda, por ejemplo, la violencia institucional, la que el sistema ejerce cada día contra miles de familias a las que retiran sus hijos sin ningún tipo de control judicial. Quieren evitar un daño y generan otro todavía mayor. Hay que continuar con la reforma de nuestro sistema para hacer que de verdad ayude a las familias. Dinero hay, porque ahora un menor ingresado en un centro cuesta más de 4.000 euros al mes. Falta voluntad política para cuestionar un sistema complejo, con muchos intereses, con demasiados vicios del pasado. Ojalá esta Ley sea el primer paso para una profunda reforma del sistema.
Publicado el 19 de abril de 2021 en El Punt Avui
Publicado el 19 de abril de 2021 en el diari Ara
Publicado el 20 de abril de 2021 en El Periódico